Ya no hay vuelta atrás. Después de ser conocidos como una de las parejas más icónicas de Hollywood, Brad Pitt y Angelina Jolie finalizan el proceso legal de su divorcio luego de haberlo presentado hace siete años, en septiembre del 2016.
Una vez se conoció la separación de los actores, sus vidas comenzaron a ser objeto de críticas, mientras estos trabajaban en resolver sus diferencias y llegar a un acuerdo amistosos por el bienestar de su familia; sin embargo, la repartición de los bienes fue difícil, pues ambos actores se aferraron a sus propiedades, lo que había impedido que llegaran a un acuerdo.
La prensa internacional asegura que el mayor desacuerdo se dio cuando Jolie le vendió a un empresario ruso una parte de Chateau Miraval, una finca y viñedo francés del que la pareja era copropietaria. Cuando sucedió esto, Pitt expuso que ellos habían acordado vender Miraval en conjunto o Pitt podría comprarla entera.

Pese a que tenían diferencias financieras, Brad y Angelina demostraron su compromiso con la crianza conjunta de sus hijos Maddox, Pax, Zahara, Shiloh, Knox y Vivienne, cuya custodia, también disputaron, y han mantenido su enfoque en proporcionar un ambiente amoroso y estable para su familia.
A ambos se les ha visto compartir -de manera separada- con sus hijos en diferentes momentos de sus vidas, tanto personales como un paseo a la playa o incluso en lanzamientos de películas.